Ha llegado el momento que muchos padres primerizos temen. Ha llegado la hora de decidir dónde escolarizar a sus hijos. Qué colegio elegir. Qué tipo de educación. La prematrícula comienza el día 7 de febrero y se prolongará hasta el 14, para los alumnos de Infantil y Primaria (hasta los 12 años). La decisión, de por sí, no es sencilla, puesto que condiciona el futuro escolar y educativo del menor.
Pero lo es menos desde el momento en el que no depende exclusivamente de la voluntad de los padres. Porque una cosa es elegir el centro y otra muy distinta conseguir plaza en él, aunque en el 97% de los casos, según Educación, los niños acaban estudiando donde sus padres querían.
Sea como fuere, es preciso tener claras "las normas" a la hora de hacer la inscripción y saber las ventajas y desventajas que el pequeño "lleva consigo" a la hora de competir con otros por una plaza en el centro elegido.
La educación como tal es un derecho y la escolarización es obligatoria, pero a partir de los 6 años. Antes, en el tramo comprendido en la Educación Infantil (de 0 a 6), la decisión de llevar a un niño al colegio es de los padres. No obstante, la inmensa mayoría lo hace al cumplir el menor los tres años, en el denominado segundo ciclo de Educación Infantil, que, además, es gratuito (no así el primer ciclo, de 0 a 3 que, pese a las demandas y reivindicaciones todavía no lo es). Una vez tomada la decisión, un baremo será el que decida finalmente si el niño o niña tendrá una plaza en el colegio deseado.
Ese baremo incluye distintos aspectos y está supervisado por Educación. En el peor de los casos, el menor podría tener cero puntos; en el mejor, superará los doce.
Niños de Lorenzo Goicoa durante los pasados carnavales
Puntos prioritarios
Los criterios fundamentales son iguales para acceder a una escuela pública o a un colegio concertado. En primer lugar, se tiene en cuenta la vinculación del menor al centro elegido a través dehermanos estudiando o padres trabajando en él. En el supuesto de que se dieran los dos casos, la familia debería decidir cuál de los dos quiere que se bareme. En este caso, se adjudican 4 puntos y, si además tiene más hermanos escolarizados en el mismo colegio, podrá sumar un punto por cada uno de ellos. Si, por el contrario, ni tiene hermanos ni padres en el centro, no obtendría ningún punto.
Otro aspecto es la proximidad al centro escolar. Hace ya unos años, el departamento de Educación creó "una zona única de influencia" para Pamplona y comarca, de forma que todos los alumnos residentes en esta área obtendrían por igual cuatro puntos. Se entiende zona única, además de la capital navarra: Ansoáin, Aranguren, Barañáin, Beriáin, Berrioplano, Berriozar, Burlada, Cizur, Egüés, Ezcabarte, Galar, Huarte, Noáin (Valle de Elorz), Cendea de Olza, Orkoien, Villava y Zizur Mayor. Los que vivan en otros lugares y quieran estudiar en alguno de los centros comprendidos en esta área no recibirán puntos. Lo mismo ocurre en Tudela, donde todos los residentes en la capital ribera recibirán los mismos cuatro puntos sea cual sea el centro elegido.
También puede puntuar la renta familiar, aunque es voluntario. La familia decide si quiere o no presentar su declaración de la renta. Para poder puntuar es preciso tener unos ingresos iguales o menores que el salario mínimo interprofesional (1,5 puntos) y como máximo el doble (0,5 puntos).
El hecho de sufrir alguna discapacidad , por su parte, es reconocido como un aspecto prioritario de matrícula. Así, si es el alumno quien la padece, obtendrá 2 puntos, mientras que si se trata de algún padre o hermano recibirá 0,5 puntos. En cualquier caso, es preciso acreditarla oficialmente.
El desempate
No obstante, no siempre esos criterios son suficientes para determinar qué 25 niños ocuparán los 25 pupitres de que dispone cada aula. Cuando haya empate, y sólo en esos casos, se aplicarán los denominados criterios complementarios. En concreto, se dará un punto por pertenecer a una familia numerosa y 0,5 puntos cuando el código postal del domicilio familiar coincida con el del colegio elegido. A estos aspectos, que tienen carácter obligatorio, se puede añadir un punto extra, mediante un criterio que puede elegir libremente el consejo escolar del centro, siempre que sea aprobado por Educación. Muchos centros concertados, por ejemplo, adjudican ese punto extra cuando se trata de hijos de antiguos alumnos.
Si, aún así, persistiera el empate a puntos, el centro debe realizar un sorteo público para adjudicar las plazas, "que este año estará supervisado por la inspección educativa", aclara Patxi Esparza, director general de Inspección.A esta novedad se añade una más: en los casos en los que haya dos hermanos nacidos en el mismo año y la última plaza sorteada recaiga sobre uno de ellos, los dos entrarán en ese centro. "Era una recomendación del Defensor del Pueblo. No ocurre muy a menudo, hemos tenido dos casos en esta legislatura, pero así ya hay una pauta clara de actuación", resalta Esparza.
Las familias deben presentar las solicitudes en el centro en el que desean matricular a su hijo y adjuntar otras dos preferencias. Si no obtienen plaza en el primero, se les tratará de escolarizar en el segundo y, de no ser así, en el tercero.
fuente : "Diario de Navarra"
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