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viernes, 26 de noviembre de 2010

Vecinos de Arístregui por la verdad y la convivencia en paz


Los vecinos de Arístregui queremos con esta carta abierta hacer llegar a la opinión pública algunas reflexiones y consideraciones en relación a los desgraciados, y totalmente previsibles, acontecimientos ocurridos en nuestro pueblo y que han llevado a la detención en un primer momento de nuestro vecino Tito, del que únicamente podemos decir que es un hombre bueno, trabajador y que ha soportado durante meses las agresiones de una familia de comportamientos antisociales.

Tras unos días de zozobra se ha producido la posterior detención de J.J.A.E., herido en esos lamentables hechos y que empieza a dar luz a un problema que pocos conocen. Tenemos la esperanza de que se pueda conseguir saber toda la verdad y castigar a los verdaderos culpables.

En nuestro pueblo vivimos unas 25 personas. Es uno de tantos de la comarca de Pamplona en que mayoritariamente vivimos personas venidas de la ciudad en busca de una vida más tranquila. La integración con los vecinos originarios del pueblo ha sido correcta con una convivencia que podríamos calificar como buena. La mayoría tenemos nuestro trabajo en Pamplona o estamos jubilados, y casi todos tenemos nuestro pequeño huerto que vamos mejorando año a año con el aprendizaje constante a partir de la experiencia y enseñanza de los más veteranos.

Desde hace tres años esta situación ha cambiado radicalmente. Un nuevo grupo familiar recientemente llegado ha roto el equilibrio de nuestra comunidad con comportamientos claramente antisociales y violentos.

A su llegada, J.J.A.E., miembro de esa familia, nos propuso su candidatura para la presidencia del Concejo y aceptamos ya que en este tipo de concejos pequeños es frecuente llegar a un acuerdo para rotar su gestión entre los vecinos. Aquella decisión se demostró en pocas semanas como un enorme error y una fatal ingenuidad.

Los comportamientos de esta familia eran extrañamente agresivos y violentos, con constantes enfrentamientos sin sentido con muchos vecinos: insultos, amenazas, vejaciones…. Lo más desconcertante era que no encontrábamos las razones de esa enorme agresividad. De malas maneras fuimos capeando el temporal sumidos en una enorme perplejidad. Algunos vecinos habían presentado denuncias por diversas faltas pero la vida seguía igual con la consiguiente incomodidad.

En agosto del 2008 llegó la gota que colmó el vaso. Varios miembros de esa familia entre los que estaba el Presidente del Concejo J.J.A.E., fueron denunciados por agresiones verbales, vejaciones e insultos a dos vecinos en presencia de testigos. Ante esta situación, en reunión vecinal, se tomó el acuerdo de promover la extinción del Concejo ante la imposibilidad de seguir gestionándolo con un Presidente con tales comportamientos.

Esta decisión fue dolorosa ya que durante años habíamos gestionado con esfuerzo los recursos del concejo con gran efectividad y manteniendo unas cuentas saneadas. Finalmente el Gobierno de Navarra, ante nuestra petición, extinguió el Concejo mediante el Decreto Foral 75/2009, de 19 de octubre.

En esta nueva situación las cosas no mejoraron. Los vecinos habíamos tomado el acuerdo explícito de no responder a las agresiones y confiar en los mecanismos que tenemos en un estado democrático y de derecho. Habíamos acordado no responder a la violencia y presentar denuncias de cuantas agresiones se produjeran, así como acudir en auxilio de cualquier vecino agredido para actuar como testigos.

En ningún caso se puede afirmar que en Arístregui haya habido enfrentamientos entre vecinos. Sí podemos en cambio afirmar que hemos sufrido agresiones por esta familia ante las que hemos pedido amparo a los sistemas de protección legales.

Todos estábamos expuestos a la violencia sin sentido de este grupo. Era rara la semana que no teníamos algún incidente. Nuestra vida cotidiana empezó cambiar imperceptiblemente: preferíamos no pasar por delante de la casa de esta familia para evitar situaciones de tensión; evitábamos ir al monte en solitario, etc.

Quizás por designios del destino vino a caer la mala suerte sobre Tito y su familia. Tito es ganadero y durante el último año ha estado en el punto de mira de esta familia. Insultos y agresiones que Tito había denunciado. Se empezaron a producir constantes roturas de los vallados por las noches que obligaba a recoger el ganado de madrugada para evitar accidentes de tráfico; ataques de perros asilvestrados que mataban su ganado; durante el pasado verano diariamente al bajar del monte el padre de esta familia, "casualmente" quedaba el portillo abierto y el ganado en libertad.

Ante esta situación asfixiante, los vecinos habíamos acordado pedir un asesoramiento a un abogado penalista para ver qué acciones debíamos emprender. Estos hechos son conocidos por las autoridades sin que se haya sabido dar una respuesta adecuada para terminar con esta situación. Unos días antes de los hechos habíamos mantenido una reunión con responsable policiales advirtiendo que las agresiones que sufríamos iban en aumento y que podía ocurrir una desgracia. Igualmente Tito unos días antes había denunciado agresiones de J.J.A.E. y su padre, pidiendo protección policial que no había sido aceptada por la justicia.

Somos conocedores que la misma familia ha provocado situaciones similares en otros lugares y pueblos próximos: algo conocen algunos vecinos de la Rochapea; igual ocurre en Makirriain en donde hace pocos meses el Ayuntamiento de Ezkabarte dio orden de matar a unos perros asilvestrados que estaban produciendo daños que casualmente eran perros que alimentaba la familia que hoy reside en Arístregui; igualmente en Sarasa un vecino sufrió unos disparos en su coche cuando iba por el monte y el próximo mes de diciembre se va a celebrar el juicio en el que es acusado J.J.A.E.; o los numerosos ciudadanos que se dirigen a nosotros mostrando su solidaridad porque han padecido similares incidentes provocados por esta familia y que tienen miedo de declarar.

Tópicos injustos de los que no conocen la situación.

En ciertos medios de comunicación se han trasladado tópicos injustos al comentar esta noticia. Es frecuente que cuando conocemos un acto violento elaboremos nuestras hipótesis explicativas aunque tengamos un desconocimiento total de los hechos. A menudo construimos opiniones y análisis base a tópicos: son dos bandos enfrentados; . ya se sabe que en los pueblos pequeños se llevan mal,…; ya se sabe que si viene uno de fuera es rechazado….etc.

La violencia sin sentido nos incomoda y desconcierta, por ello intentamos encontrar una explicación y cuando la elaboramos en nuestra mente experimentamos un sentimiento de alivio. La violencia sin sentido rompe los esquemas de funcionamiento de una sociedad civilizada en libertad.

En Arístregui tenemos que lamentar que los sistemas de protección a los que hemos acudido, no han funcionado correctamente ni han sabido ampararnos hasta el momento. Tenemos la esperanza que los nuevos acontecimientos conduzcan a una solución definitiva del problema.

¿Cómo es posible que ante constantes y repetidas denuncias no se tomen medidas para identificar correctamente el problema y tomar alguna solución?; ¿Cómo es posible que cada denuncia de modo aleatorio caiga en un juzgado diferente sin posibilitar una visión global de lo que ocurre?; ¿Somos los ciudadanos los que tenemos que poner dispositivos de vigilancia para evitar constantes cortes de alambradas en el monte? ¿Somos los ciudadanos los que tenemos que organizarnos para evitar agresiones?

Creemos sinceramente que no.

Es necesario conseguir una solución definitiva para Arístregui y no sólo la resolución del conflicto actual. Tal y como decíamos al principio, nuestro deseo es que se pueda conseguir saber toda la verdad y castigar a los verdaderos culpables.

Tenemos el convencimiento moral, basado en nuestra experiencia y conocimiento de los hechos, que nuestro vecino Tito, hoy en la cárcel, es una víctima más como lo somos todos nosotros.

fuente : "Diario de Noticias"


3 comentarios:

  1. Los vecinos de Arístregui os agradecemos la difusión de nuestro escrito.
    En Ezkabarte conocéis bien nuestro problema.

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  2. Los vecinos de Arístregui os agradecemos la difusión de nuestro escrito.
    En Ezkabarte conocéis bien nuestro problema.

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  3. Los vecinos de Arístregui os agradecemos el haber difundido nuestro comunicado.
    Sabemos que muchos vecinos de Ezkabarte habéis tenido el mismo problema que nosotros con estas personas

    Antonio

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