El anuncio de la marcha de los cartujos de Aula Dei al valle navarro de Ezcabarte ha creado una enorme preocupación entre los historiadores, que ven con incertidumbre el futuro del cenobio zaragozano, declarado Monumento Nacional en 1983. Aunque las pinturas de Goya son lo más destacado del patrimonio de este edificio ubicado en Peñaflor, la preocupación se centra en la conservación del resto del conjunto arquitectónico.
Según algunas fuentes, los monjes preparan su marcha principalmente por dos motivos: porque el edificio es excesivo para sus necesidades, lo que les causa no pocos quebraderos de cabeza; y porque han perdido la tranquilidad y aislamiento que demandan los seguidores de la Orden de San Bruno. Y en este último aspecto parece que ha sido clave la apertura de la iglesia al público para poder contemplar las pinturas de Goya, aunque actualmente el régimen de visitas es bastante limitado. En cualquier caso, los monjes se quieren ir y la noticia ha sembrado de dudas e incertidumbres a los historiadores del arte y restauradores.
Para Elena Barlés, especialista en la arquitectura de las Cartujas españolas, "el edificio es importantísimo desde todos los puntos de vista. Es la primera cartuja europea que introduce la simetría y la organización en su diseño. Es un hito en la arquitectura cartujana, hasta el punto de que todas las que se construyeron en los siglos XVI y XVII siguieron el modelo de Aula Dei". La historiadora del arte destaca el hecho de que no solo hay que temer por el arte mueble, también por el patrimonio inmaterial: "Comprendo su decisión, si finalmente la toman, pero esa forma de vida es también un tesoro cultural, un testimonio histórico, que es una pena que desaparezca".
Por su parte, Frédéric Jimeno, profesor de Historia del Arte de la Universidad de París, aseguraba que "independientemente de las pinturas murales del siglo XVI, XVII y XVIII que se conservan, algunas de ellas de mucho interés, se guarda en el refectorio una fabulosa serie de siete telas de gran formato que tratan sobre 'Los Sacramentos' y que fueron pintadas por el pintor francés Jean Bardin entre 1780 y 1790. Es excepcional que se conserve fuera de Francia un conjunto de pintura religiosa como éste. Y, francamente, sería una pena que acaben en el MNAC o en cualquier museo francés...".
"Inmensa preocupación"
Carlos Barboza, que junto a Teresa Grasa restauró en 1978 las pinturas de Goya en Aula Dei, subrayaba ayer que "lo que hay que evitar, a toda costa, es que el edificio se quede deshabitado, porque eso es lo que puede resultar muy dañino para las pinturas. Lugares así necesitan gente viviendo para que se conserve bien el patrimonio que atesoran. Gestos tan simples como el de abrir una ventana con frecuencia eliminan problemas que puede causar la humedad".
Y añadía, "lógicamente, la obra de Goya allí es muy importante, pero hay otras piezas interesantes, entre otras cosas, pinturas de Fray Manuel Bayeu en las capillas laterales de la iglesia. También hay obras de Fran Antonio Martínez".
La Asociación Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) expresó ayer su "inmensa preocupación" por el abandono de la Cartuja y criticó que las administraciones públicas no hayan realizado "las gestiones pertinentes para asegurar un correcto y continuado uso de los monasterios históricos de Aragón". Además, insistieron en que esta "joya aragonesa" se enfrenta a un cambio de uso y dieron un toque de atención tanto a la orden cartujana como a las administraciones públicas para que, si finalmente se produce el abandono de los monjes, eviten que la Cartuja "se convierta en un espacio falseado en las manos del turismo o de la rentabilidad económica".
Por su parte, el alcalde de Peñaflor, barrio rural donde se encuentra la Cartuja de Aula Dei, José Andrés Pescador, se mostró sorprendido y lamentó la noticia de la marcha de los monjes tanto por el valor sentimental que tiene para los vecinos el cenobio como por su valor patrimonial y de atractivo turístico que da a la zona. "La Cartuja no son solo las pinturas de Goya. Las antiguas bodegas, las celdas... Son muchas más cosas que cuidar y me daría mucha pena que con su marcha el edificio se fuera deteriorando", añadió Pescador.
Bien de Interés Cultural
La decisión de los monjes de mudarse es fruto de la necesidad de un mayor aislamiento. Aunque todavía no hay una fecha ni un proyecto cerrado para el traslado, la documentación presentada en el Ayuntamiento de Ezcabarte incluye la construcción en una zona con protección ambiental de un edificio de 7.900 metros cuadrados. No obstante, la alcaldesa de esta localidad navarra, Carola Gutiérrez, no quiso hacer declaraciones porque aseguró que "no hay nada concreto al respecto". Al parecer, las gestiones se iniciaron hace meses, y desde el Ayuntamiento se quiere facilitar la llegada de los monjes a un enclave con medidas de protección ambiental. En principio, la nueva construcción se realizará únicamente para alojar a los monjes de Aula Dei.
El monasterio de Aula Dei fue declarado Monumento Nacional en 1983. Hoy tiene la máxima protección contemplada en la Ley de Patrimonio, Bien de Interés Cultural. En su interior, la Cartuja cuenta con un interesante conjunto pintado por Francisco de Goya. Estas pinturas murales están siendo restauradas ahora por un equipo de profesionales de la empresa Tracer y debería estar acabado a finales del año 2011.
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