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lunes, 10 de mayo de 2010

La crisis redujo la demanda eléctrica por primera vez en la década: un 7,5% en 2009

La demanda eléctrica en Navarra cayó un 7,5% en 2009 como consecuencia de la crisis. La energía distribuida por Iberdrola en Navarra fue de 4.454 gigavatios/hora, una cifra que devuelve a la Comunidad foral a los registros de hace cinco años. De hecho, es la primera vez en toda la década en que se registra una caída del consumo. La compañía lo atribuye, sin dudar, al peso industrial en la factura eléctrica de la comunidad.

La industria navarra supone el 61% del consumo eléctrico, frente al 18% de los hogares y el 21% de los servicios. Este mayor peso industrial explica que el descenso navarro sea superior al registrado en el conjunto del País, un 5% menos, pero al del vecino País Vasco, donde la caída de demanda eléctrica rozó el 12%.

Los dueños de la red

Al analizar el mapa eléctrico de un país o región hay que distinguir dos tipos de líneas. La red de transporte, que se dedica básicamente a llevar la energía desde los puntos donde se genera (pantanos, centrales térmicas, parques eólicos, huertas solares...) Y la red de distribución, que se encarga de llevar esa electricidad aguas abajo hasta el cliente final, rebajando progresivamente el voltaje, primero con las subestaciones de reparto, con subestaciones intermedias y finalmente con los transformadores, hasta adecuarla a diferentes tensiones que usa el cliente: desde los 33 kV (kilovoltios) que usan las grandes industrias, hasta los 220 voltios que precisan los hogares.

Su estructura es muy distinta. La red de transporte es mallada, cubre todo el territorio y está interconectada con Francia y Portugal. Es propiedad al 99% de la antigua empresa pública Red Eléctrica Española (REE). Transporta la electricidad a una tensión muy alta, líneas de 220 y de 400 kilovoltios (kV), en régimen de exclusividad para todo el país.

La red de distribución, esa red secundaria que lleva la electricidad a negocios y hogares, pertenece a las compañías eléctricas. Tiene una estructura radial y una capilaridad que se asemeja un poco al sistema de circulación sanguínea de las personas, aunque se intenta mallarla cada vez más, para que la energía tenga siempre dos vías por las que llegar a un mismo sitio y asegurar así el suministro.

Iberdrola es la principal compañía de distribución eléctrica en Navarra. Llega a 220 de los 272 municipios, a través de una red de 7.700 kilómetros de líneas eléctricas, en forma de tendidos o líneas soterradas, que la compañía se encarga de mantener y renovar. Su red desemboca en 356.332 puntos de suministro ubicados en empresas y hogares navarros. Son un 2% más que el año anterior. Antes de que se liberalizase la comercialización de electricidad en verano de 2009, estos puntos de suministro equivalían a clientes. Ahora, aunque la red sea de Iberdrola, los consumidores pueden contratar el servicio a cualquier compañía comercializadora, incluida la propia Iberdrola. Aunque lo cierto es que no está habiendo mucho trasiego de clientes de unas empresas a otras.

El mapa eléctrico navarro

En Navarra, la red de transporte constaba únicamente de líneas de 220 kV. Recientemente REE ha construido una gran autopista de 400 kV, que va de norte a sur desde Muruarte de Reta a Castejón, con un trazado casi paralelo a la AP-15. Ahora, se quiere conectar esta línea con otro eje de 400 kV, que empalme la red desde Vitoria con la línea Muruarte-Castejón, a través de Tierra Estella y sobre cuyo trazado discrepan partidos como UPN, PSN y PNV.

En cuanto a la red de distribución, en Navarra pertenece básicamente a Iberdrola, aunque hay otros operadores como Electra Berrueza que suministra a 33 pueblos del sur de Tierra Estella, o Endesa, en el Roncal. Iberdrola cuenta con 61 subestaciones en Navarra y 3.254 centros de transformación.

Entre las primeras, destacan siete subestaciones de reparto (ST), encargadas de rebajar los 220 kV de la red de muy alta a una de 66 kV. Se trata de las de Orkoien y Cordovilla, en el área de Pamplona. Las de Tudela y La Serna, en La Ribera. Y a cada una en Tafalla, Sangüesa y Alsasua.

El resto son subestaciones de transformación (STR) que bajan de esos 66 kV (alta tensión ) a líneas de 13 kV (media tensión) y, por último, los llamados centros de transformación que rebajan el voltaje al que usa el cliente.

Refuerzos necesarios

A las dos subestaciones de la comarca de Pamplona, Iberdrola sumará pronto una tercera subestación en Ezkabarte, para tener así "una tercera pata" o "cerrar un triángulo" que asegure, con más garantía, el suministro a la capital y su entorno. Así, pues, recalca Eduardo Ryan, delegado de Iberdrola en Navarra, de las cabeceras de comarca, únicamente queda una, la de Estella, sin una subestación de alta capacidad.

"Toda esta zona es el tercer núcleo de distribución de Navarra. Ahora el suministro está asegurado. Y damos buena calidad. Pero si llega un aumento grande de demanda por algún tipo de industria, y también para dar respuesta a las solicitudes de evacuación de posibles generadores (biomasa, parques eólicos, etc.) necesitamos una subestación, al menos de 220 kV, para lo que necesitamos a su vez línea de alta tensión, que hoy no tenemos", indica Ryan, partidario de que no se demore mucho la nueva línea de alta tensión.

En cuanto a la zona del Bidasoa, Iberdrola está a punto de inaugurar allí una nueva subestación de reparto. Allí, la red de distribución que es de 30 kV bebe, por motivos orográficos, de la línea de alta tensión de 132 kV de Iberdrola que entra desde Guipúzcoa y con la que suministran directamente a la fábrica de Arcelor en Lesaka.

fuente : "diario de navarra"


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