Los monjes cartujos de Aula Dei anunciaron ayer, oficialmente, su marcha inmediata de Peñaflor para unirse a la comunidad de Porta Coeli, en Valencia. En un comunicado enviado a los medios de comunicación, la Cartuja de Aula Dei revelaba la decisión adoptada el pasado 3 de junio por el capítulo general, la máxima autoridad de la orden. Los cartujos rechazan de esta manera su hasta ahora anunciado traslado al señorío navarro de Náguiz, en el municipio de Ezcabarte, para el año 2015, que había sufrido un parón tras el rechazo plenario a la construcción de una cartuja en el lugar.
El anuncio del traslado viene de lejos, pero el futuro de este conjunto, Monumento Nacional (1983) y Bien de Interés Cultural, con la restauración de las pinturas murales pintadas por Goya a punto de finalizar, no está definido a día de hoy. Desde el Gobierno aragonés se recuerda que "la propiedad tiene la obligación de garantizar las medidas necesarias para su vigilancia y mantenimiento. Aunque otro tema es que la Administración pueda colaborar", asegura el director general de Patrimonio, Jaime Vicente.
El propio prior, Pedro Castro, insistió a este diario en agosto del pasado año la necesidad de marcharse de Peñaflor. Y las razones esgrimidas entonces son las mismas que han incluido en la nota de prensa: la necesidad de un ambiente y condiciones idóneas para su labor de recogimiento y oración, y el hecho de que las dimensiones de Aula Dei sean excesivas para el actual número de miembros, una docena de cartujos frente a los 80 de hace años.
El director general de Patrimonio admitió ayer que el traslado a Valencia "será muy rápido". Y que la noticia no les cogía por sorpresa, puesto que la relación con la orden y con el Arzobispado es "muy estrecha desde hace años". Y que fue, personalmente y en una reunión celebrada hace escasas semanas, el Padre Visitador de la Gran Cartuja francesa, quien les comunicó la marcha y las causas.
"Con el tiempo, la ubicación de Aula Dei se ha visto rodeada de carreteras y pequeñas urbanizaciones que no favorecen el ambiente de recogimiento. Y el propio funcionamiento de la comunidad ha decaído hasta llegar a una situación preocupante", añadió Jaime Vicente.
El caso es que la propia orden pidió ayer no "alterar la vida monástica" tras dar a conocer su marcha en un escueto comunicado. "La decisión se ha tomado tras un largo periodo de discernimiento. Pero no puedo entrar en detalles, porque ni yo mismo los sé", respondió uno de sus miembros a una llamada realizada por este medio.
fuente : "el periódico de Aragón"
No hay comentarios:
Publicar un comentario